Ya entonces eudaimonia no solo era la tenencia de lo físico, sino la tenencia de tus ideas, de tu personalidad, del ser quien eres, algo en lo que insiste tanto Aristóteles. (…)
E. Lledó por D. Sánchez Usanos
Ya entonces eudaimonia no solo era la tenencia de lo físico, sino la tenencia de tus ideas, de tu personalidad, del ser quien eres, algo en lo que insiste tanto Aristóteles. (…)
E. Lledó por D. Sánchez Usanos