jueves 7 de agosto de 2003

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pueden verse películas anunciadas como comedias, que no lo son en absoluto;
otras veces anuncian un drama, y resulta que al final uno se divierte, y eso por la forma en que ha sido hecho, por los años que pasaron desde que se hizo, o por montones de otras razones, que prácticamente son innumerables;
y si la frontera entre la comedia y el drama no ha podido marcarse en el campo del arte, quizás sea en parte porque en la vida real tampoco es posible saber en el fondo si es que uno ha venido aquí para pasarla bien o para pasarla mal