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se acostumbra uno a esperar un diseño secuencial;
y pese a esa pretensión, las historias tienen fallas evidentes en la secuencia, o la secuencia no se comprende del todo, no parece correcta, confunde, los sucesos no conectan con lo anterior o con lo que sigue;
es entonces que la persona aspira, quizás vanamente, a que cuando termine de llegar el final, se comprenda todo por el contexto;
mientras tanto, todo el viaje tendrá algo de tolerar, de aguantarse, de convivir con la incógnita, y de maravillarse todo el tiempo con la impermeabilidad que los sucesos más importantes presentan para la comprensión
