domingo 21 de julio de 2002

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Cuando se ve publicidad de cigarrillos (cigarros) en la Argentina, se puede ver también la aclaración, obligatoria por una ley local, de que fumar es perjudicial para la salud.

Pero yo estaba esperando que saliera una ley que obligara a poner en TODAS las publicidades la siguiente advertencia:

la publicidad es perjudicial para la salud.

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En algunos productos de limpieza ponen la expresión: biodegradable

para dar a entender que no resulta agresivo para el medio ambiente, me quedo pensando en todo lo que cualquier producto lleva de biodesagradable.

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Alguna gente inteligente se ha vuelto sensible ante lo que califica como mentiras de la política, pero no reacciona con la misma sensibilidad a los mensajes de la publicidad, que en definitiva, es la que impone e instala a los gobernantes que nos van tocando sucesivamente.

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Pero el arte de la publicidad no difiere en nada del arte que debe emplear un gobernante o un abogado en su gestión, para dar un ejemplo.

Arte que para algunos casos se acepta calificar como burdas y abiertas mentiras y en otros no.

Arte que en el fondo tiene un cierto parentesco con la hipnosis o la magia, consistente en hacer ver las realidades de un modo que favorezca la compra, en especial cuando se trata de artículos que, como se sabe, no tienen garantía ni devolución posible.

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Cualquier momento de la más común de las vidas puede transformarse y cambiar drásticamente de cualidad repentinamente, si es que se interrumpe la secuencia.

Uno entra por ejemplo al ascensor, cierra la puerta y en vez de tocar el botón correspondiente, se queda allí, todo lo que pueda aguantar, sin hacer nada. Un minuto bastaría, y parecerá muy largo, y ese momento, por la simple detención de la secuencia, tomará una cualidad, extraña, extraordinaria, absurda si se quiere.

Un momento con cualidad mágica, que se toca con solo ejercer el derecho de parar la acción y mirar qué sucede.

Pero no es solamente eso, porque al interrumpir cualquier secuencia, por lo que pudiera durar ese momento vacío, estarán abiertas todas las posibilidades.