viernes 13 de febrero de 2004

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pusieron un hermoso farol antiguo en la puerta de la casa, y a los pocos días alguien se lo llevó, entonces pusieron otro bastante más alto, y todavía está;
es como suceden las cosas, o se aguantan las ganas de tener farol, o se pone uno nuevo todos los días, o se lo pone donde a uno no le gusta, negociando con los riesgos;
así pasa con las personas que querrían estar más cerca del prójimo, pero a las que no les gusta que les anden pegando porque sí