lunes 23 de febrero de 2004

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la madre anciana había entrado en una cosa de imaginar que el día en el que su hijo no la llamaba por teléfono era porque quizás se había muerto;
entonces el hijo pensó en decirle que no, que cuando le pasara algo irremediable de alguna forma le iba a avisar, pero no lo hizo porque le pareció que el tema no daba para la ironía, mirado desde esa madre;
y después, eligiendo lo más fácil, decidió llamarla todos los días mientras los dos se mantuvieran vivos al mismo tiempo
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cuando le preguntaron a ese niño si había tenido dificultades a los cinco años por usar anteojos en la escuela dijo que sí, que todo el primer año se burlaron mucho de él mientras él fingía que no le importaba, y que al año siguiente, como pensaron que no le importaban las burlas, ya no se burlaron más