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al despertarte quisiste ver la hora en los números de la balanza en la que estabas parado, y en ese ratito, pensaste que la balanza decía mal la hora, y era cierto
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al despertarte quisiste ver la hora en los números de la balanza en la que estabas parado, y en ese ratito, pensaste que la balanza decía mal la hora, y era cierto