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nadie se animaría a ser madre o padre si pensara que primero debería considerarse a la altura de las expectativas, todas las expectativas de todo el mundo, incluyéndose las propias, que son las más desmesuradas
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entre la gente que toca el timbre de la puerta de calle ofreciendo productos, servicios, salvación espiritual, delito a domicilio o lo que sea, sólo faltaba una dama que hizo su aparición hoy, que se presenta como Bianca, que anuncia que vendrá todos los jueves a la misma hora a tocar el timbre, y que vende unos huevos muy buenos
