lunes 1 de marzo de 2004

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soñó toda la noche que participaba impotente en la gestión de una institución pública imposible de mover que causaba daño a cada paso;
despertarse lo alivió, pero no se alegró, porque imaginó que esa pesadilla se las arreglaría perfectamente para continuar sin él
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el profesor de artes marciales contaba cómo a los catorce años un maestro lo encontró resfriado en invierno y le pidió que se sacara la campera y se pusiera bajo la lluvia, sólo para agregarle inmediatamente después: usted no tiene por qué hacer cualquier cosa que le digan