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algo que saben los profesionales del poder y de la política es que la verdad es mortal en la política; salvo cuando es transitoriamente útil para dañar al adversario,
pero lo bueno que tiene la verdad es que no suele durar mucho porque la prensa se aburre de la verdad, y la gente también, lo que es una suerte para la política en general, porque la verdad no deja gobernar como corresponde
