miércoles 28 de agosto de 2002

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Los anuncios con grandes letras o con fuertes colores que parecen gritar.

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El médico contaba que ese paciente, al día siguiente de enterarse que sólo tendría quince años de vida, se suicidó.

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Todos sabemos que podemos morir hoy mismo, o mañana, que es lo mismo que decir que no sabemos cuándo.

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Pero ésos que saben, es porque alguien les ha dado un pronóstico en base a su enfermedad, y también están los condenados a muerte.

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Tomado de H. D. F. Kitto, Los Griegos. Editorial Universitaria de Buenos Aires EUDEBA.

Cierta vez Dionisio de Siracusa reprochó a uno de sus hijos por su conducta insolente con un ciudadano.

-Yo nunca me he portado de ese modo

-Ah! pero tú no tienes por padre a un tirano.

-No, y si tú te comportas así tendrás a un tirano por hijo.

Un hombre envidioso, de una isla insignificante, llamada Sérifo, dijo a Temístocles que éste debía su fama no tanto a sus propios méritos como al hecho de ser ateniense.

Algo de eso hay, respondió Temístocles, yo nunca hubiera llegado a ser famoso si hubiera sido de Sérifo, y tampoco hubieras llegado tú si fueras ateniense.

H. D. F. Kitto

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Grabaciones de conciertos en vivo.

Es asombroso cuando de pronto se puede ver cómo las toses, escuchadas suficientemente en el contexto de una ejecución genial de una obra genial, llegan a integrarse a la obra.

Así, el pensamiento del porqué habría en la gente una perversa compulsión a toser en el concierto, una maldad del destino, se convierte en tomar debida nota de la magia existente en la forma en que se integran esos sonidos humanos en esas armonías.

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de T. E. Lawrence.

Todos los hombres sueñan,

pero no todos lo hacen del mismo modo.

Aquellos que sueñan de noche en las polvorientas recámaras de sus mentes

se despiertan de día para darse cuenta de que todo es vanidad,

pero los que sueñan durante el día son muy peligrosos,

porque actúan sus sueños con los ojos abiertos y pueden hacerlos posibles.

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