viernes 18 de enero de 2002

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Editorial Estaciones. Mente Zen, mente de principiante. Shunryu Suzuki. Del prólogo de Huston Smith:

Cuatro meses antes de su fallecimiento, cuando tuve la oportunidad de preguntar a Shunryu Suzuki por qué no mencionaba el satori en su libro, su esposa se volvió hacia mí y me susurró en tono de broma: «Porque nunca lo ha logrado». El Roshi (venerable Maestro, creo) le conminó con su abanico y fingiendo consternación puso un dedo sobre los labios y dijo en voz baja: ¡Shhhhhhh! ¡No digas eso! Nos echamos a reír y después añadió: No es que el satori no tenga importancia, no, es que no constituye una parte del Zen que deba recalcarse.

Comentario mío: cuando pensé en anotar esto, me demoré porque quería traducir la expresión satori, pero temía no hacerlo bien. Porque hay estudiosos que han dedicado muchísimos libros (que no leí) solamente a hablar de ese punto. Pensaba dar la idea que se simboliza gráficamente con una lámpara eléctrica brillando sobre la cabeza de alguien. Podría ser darse cuenta. Volverse consciente del universo, etc. Si no alcanza con esto, todavía pueden leerse todos esos libros, que yo me quedo con que no es una cuestión que deba recalcarse.