lunes 14 de enero de 2002

*

Dijo Séneca: "Pues ¿quién duda que el varón sabio tiene una materia más amplia para desenvolver su espíritu en medio de las riquezas que en la pobreza?
En ésta no hay más que un género de virtud, no abatirse ni dejarse deprimir; en las riquezas, la templanza, la generosidad, el discernimiento, la organización, la magnificencia tienen campo abierto."
En estos tiempos en que muchos tienen problemas por aquí, en la Argentina, hasta los que tienen dinero, quiero mandar un mensaje de afecto y aliento a los ricos, que no siempre tienen quien los aprecie. Y además, y como bien dice Séneca en la cita de más arriba, comprendiendo que la tienen muchísimo más difícil para ser virtuosos, que la gente pobre.

*

¿Y qué pasa con la gente pobre?
A veces siento en cierta gente pobre una firme y muy llamativa resolución para hacer valer su pobreza por sobre la libertad de los demás, y veo que esa pretensión no tiene ninguna diferencia con cualquier otro ataque o avance sobre la libertad de otro.
Es lo que llamo "el poder de la debilidad", y aseguro que es un verdadero poder, equiparable en su acción y efectos a cualquier otro poder de los que conocemos en carne propia, solo que sentimos como muy antipático defendernos de él, lo que lo hace verdaderamente temible.
No voy a dar ejemplos de esto porque cualquiera puede darlos con muy poco que lo considere, y si no conocen ningún evento de esta clase, mejor, mucho mejor, porque demuestra que pueden considerarse personas de buena suerte.
Además, no abundaremos sobre este asunto porque no son tiempos de cargar las tintas sobre ninguna cosa, y menos con los pobres, habiendo tantísimos otros antes en la fila, la verdad sea dicha.