lunes 26 de noviembre de 2001

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Era tan pobre que no tenía una sonrisa para dar. Anónimo

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Lo que yo quiero expresar es que desde la comodidad podemos sentir que la pobre gente está en las calles, pero es sabido que en todos los tiempos seres muy superiores al
promedio tuvieron su vida en medio de la carencia material. Y anotamos también que en medio de las necesidades satisfechas se encuentra frecuentemente a muy pobre gente.

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Parece ser que estar viendo a la gente vivir en las calles no es un patrimonio de la sociedad actual. Vemos crecer la miseria como un subproducto o quizás como producto social, y no sería nada malo hacer algo con urgencia para remediar esto aunque fuera solamente en parte.
Para no ser excesivamente injustos con nuestra sociedad en particular, digamos que todas las sociedades conocieron y conocen formas de exclusión social. También es cierto que en
la miseria pueden conservarse valores esenciales para la persona (¡y para la sociedad!).
Y también es cierto que hubo, hay y habrá en todos los tiempos gente que afronta libremente o no pero en forma consciente, el hecho de vivir en la calle, para hacer su
propia vida, precisamente.

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El problema con alguna gente es que cuando no están borrachos están sobrios. William Butler Yeats, citado por Roberto Curto que escribió un hermoso librito: Buda, Las cuatro nobles verdades y otras enseñanzas budistas. Editorial Errepar