lunes 8 de abril de 2002

*

Quizás ella había leído muy rápido lo que él escribió sobre su abuela que jugaba con sus pulgares, porque decía, y yo creo que lo decía en serio,

que cómo era eso de que tu abuela jugaba con sus pulgas.

*

Los horóscopos de las revistas quizás sean vistos como algo muy poco serio por algunas personas.

Pero creo yo que cumplen una importante función, en las épocas en que uno no tiene ninguna luz, ningún plan, ninguna posibilidad, ningún piso, ningún elemento para basar ninguna acción en ninguna dirección.

Entonces, en esos casos, uno lee algo agradable, o algo a lo que por lo difuso de su expresión, se le puede dar una interpretación potencialmente agradable, y ese rato, se le alegra un poco la vida.

Y si es desagradable lo que dice allí, no hay problema con eso, porque uno piensa que será difícil que se cumpla, con lo poco confiables que son los horóscopos de las revistas.

*

Cosas que no deben decirse, y que dichas, no se pueden arreglar.

A menos que sean dichas para eso, como algo definitivo.

*

En ese sueño todo el mar estaba contaminado, de un azul profundo, y hablábamos de eso como causado por un hongo. No era agradable ver todo ese azul.

*

Todos se reían cuando el médico que daba la clase y que nosotros veíamos muy mayor a los diez años en la escuela primaria, nos dijo en esa clase de higiene que era positivo para la salud leer alguna cosa cuando uno iba al baño a defecar.

Por cierto que dio una explicación para fundamentar eso, pero esa otra parte se me olvidó completamente.

*

Es muy difícil llegar a horario a las citas.

Llegar a tiempo a una cita es algo que indudablemente tiene que ver con la conciencia que uno tiene del otro.

Pero si uno quiere ser puntual de verdad tiene que guardar un plazo estimado para prever lo imprevisible, y si no ocurre nada imprevisible en el trayecto, llegará muy temprano, y esperará.

Y si planea todo como si uno mereciera que todo le salga perfecto y sin fisuras, entonces, posiblemente llegará tarde, porque no es raro que pase algo, aunque sea mínimo, que cause algún retraso, o llegará a tiempo, pero haciéndose mala sangre pensando que el tiempo es muy justo para llegar a horario.

*

Siempre nos debatimos entre lo demasiado y lo poco.

Siempre tenemos o demasiada o demasiado poca conciencia de ese otro que está allí esperándonos.

*

Quizás sea un defecto como cualquier otro, pero prefiero tener en cuenta demasiado a ese otro,

para no tenerlo en cuenta demasiado poco,

y de verdad no importa si se lo merece o no,

porque la verdad es que me duele en alguna parte cuando me toca a mí,

aunque me las aguanto bastante bien cuando me toca.

*

Entonces es imposible ser puntual.

Por eso es que prefiero llegar siempre antes, para llegar puntual cuando se me hace tarde.

*

Igualmente me toca llegar tarde a veces, como cualquiera.

Pero eso es porque no se puede controlar todo.

Y además, porque nadie es perfecto.