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cuando las cosas queman de verdad, cualquiera puede sentirse pobre, pero no hay verdaderas razones, en general, para considerarse pobre, ni por supuesto, tampoco las hay, para considerarse rico
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cuando las cosas queman de verdad, cualquiera puede sentirse pobre, pero no hay verdaderas razones, en general, para considerarse pobre, ni por supuesto, tampoco las hay, para considerarse rico