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Aquí llegamos a los límites extremos de la Humanidad, pues el que duerme deja de ser hombre social; la ley todavía le protege, pero ya no le manda. Brillat-Savarin, Fisiología del gusto; Editorial Iberia
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Aquí llegamos a los límites extremos de la Humanidad, pues el que duerme deja de ser hombre social; la ley todavía le protege, pero ya no le manda. Brillat-Savarin, Fisiología del gusto; Editorial Iberia