domingo 17 de marzo de 2013

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Hermann Hesse; Elogio de la vejez; Cuando uno envejece y ha realizado su obra, …. No necesita de las personas; las conoce y las ha visto lo suficiente. Lo que necesita es tranquilidad. No es oportuno visitar a una persona así, dirigirle la palabra y atormentarlo con parloteos. Conviene pasar de largo por la puerta de su estancia, cual si fuera la vivienda de nadie.