viernes 20 de septiembre de 2002

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la perplejidad que aparece en el momento de advertir la completa inutilidad de haber seguido una carrera en particular, advierte sobre la inutilidad de todas y de cada una de las carreras, percepción que llega para cada cosa en su momento;
que es parte de advertir la carencia de sentido de la carrera principal;
a menos que consigamos entenderle el sentido, o que le demos sentido, comprendiendo que el único éxito al alcance del público general será ir haciendo cada cosa en su momento, pero solamente por el tiempo que dure, retirándose prudentemente cuando lleguen las primeras o las segundas señales de hacerlo;
y las señales que indiquen que ya es tiempo de retirarse prudentemente, serán siempre lo suficientemente claras como para evitarse la confusión, aunque no un cierto dolor, que tiende a crecer en la medida en que uno es comprensiblemente lento para soltar y para perder