hubo un budista que se afeitaba el cráneo cada vez que no soportaba más a su mujer ni a sí mismo, y eso ocurría regularmente cada mes aproximadamente; en cambio, el maestro Shunryu Suzuki lo hacía cada cinco días, tal vez por hartarse más pronto
hubo un budista que se afeitaba el cráneo cada vez que no soportaba más a su mujer ni a sí mismo, y eso ocurría regularmente cada mes aproximadamente; en cambio, el maestro Shunryu Suzuki lo hacía cada cinco días, tal vez por hartarse más pronto