En 1794 Lavoisier fue arrestado (…) y rápidamente sentenciado a muerte. Científico dedicado, solicitó tiempo para completar algo de su investigación, de modo que fuera disponible para la posteridad. El presidente del tribunal replicó brillantemente: «La República no necesita científicos». El padre de la química moderna fue entonces decapitado, y su cuerpo tirado a la fosa común. El andar del borracho /Cómo el azar gobierna nuestras vidas /Edward Mlodinow
