25.5.2017.2

Se dirigió al portero, que en aquel momento también entraba en la facultad.
—Hola, Bill, me alegro de verte.
El portero se dio la vuelta.
—¡Míster Cjelli! Me alegro de que haya vuelto, señor. Lamento que tuviese algún problema y espero que se haya solucionado.
—Efectivamente, Bill, así es. Aquí me tiene, floreciente. ¿Y la señora Roberts, qué tal está? ¿Le sigue molestando el pie?
—No desde que se lo amputaron, gracias por interesarse, señor. Entre usted y yo, señor, habría preferido que le dejaran el pie y la hubiesen amputado a ella. Tenía un sitio reservado en la repisa de la chimenea, pero bueno, tenemos que tomar las cosas como vienen. /Dirk Gently, Agencia de investigaciones holísticas/ Douglas Adams