10.6.2017

Quizá la escena donde la opción en favor de la empatía juega un papel más decisivo sea el final de Now Wait for Last Year. Curiosamente, aquí es una máquina quien predica la caridad: es uno de esos taxis-robot parlanchines que suelen aparecer en las novelas de Dick. El taxi parlante le aconseja a Eric Sweetscent no abandonar a su perversa mujer, que ha sido aniquilada por la droga y reducida a un estado terminal. «Yo me quedaría con ella —recomienda el taxi—, la vida está llena de configuraciones de la realidad constituidas de este modo. Abandonarla sería como decir que uno no puede soportar la realidad tal como es y necesita condiciones de privilegio para vivir». Idios Kosmos; Pablo Capanna, sobre la obra de Phil K, Dick