lunes 20 de mayo de 2002

*

La gente experimentada en algún oficio es llamada a participar en jurados que premian alguna cosa.

Se encontraron circunstancialmente dos de estos profesionales y hablaron delante de otra gente y recordaron ese día en el que compartieron esa tarea, y no dudaron en coincidir acerca de las impresiones que les causaron cada uno de los colegas del jurado, pero no pudieron acordarse, por más que se esforzaron, de quién sería la persona a la que le dieron el premio en esa oportunidad.

Y los que oían esa divertida conversación comprendían bastante acertadamente el componente aleatorio de esos eventos.

*

Y este ex- jurado decía que cuando está en un evento de esa clase, a sus colegas del jurado los denomina con esta expresión: mis miembros.

*

Era un hombre que había hecho una serie de entrevistas para acceder a un empleo público en el marco de un concurso.

Cuando se dirigía en ese ómnibus a la tercera de las cuatro o cinco entrevistas previstas para eso, leyó en uno de los diarios locales que uno de los caciques políticos era quien ya había designado a una persona para ese cargo que se estaba concursando.

Ese día su entrevistador, que no podía dar crédito a la noticia, se quedó con el diario, para hacerse a la idea de que su cometido era más bien aparente, y el concurso, también.