*
entró a tomar un café a ese bar, y luego de apenas una hora se dio cuenta al salir, de que lo que en realidad había ido a buscar allí sin saberlo, era un muy persistente olor a humo de cigarrillo que se le quedó impregnado en su ropa y en su persona
*
si no lo hubiera visto, no lo hubiera creído posible;
un señor iba a velocidad normal para la calle, pero iba por la vereda, en una bicicleta, manejando con una sola mano, porque con la otra hacía un muy prodigioso equilibrio con una enorme bandeja llena con una montaña de medias lunas;
y arriba de todo flameaba un mantelito
*
tratando de explicar ahora mismo qué cosas serían las medias lunas que alguna gente come en Buenos Aires cuando desayuna, para no dejarlo para otro día, se puede decir que es un producto que se hace con harina y demás ingredientes, como el pan o las tortas, y que se parte de un triangulito de masa, que se enrolla desde la base hacia el vértice, y que se curva un poquito para darle apariencia de… media luna;
pero el problema de hacerse entender en este tema es que alrededor del mundo, la gente que desayuna lo hace de innumerables maneras distintas;
en cambio, los que no pueden desayunar, o no quieren, se comportan igual en todos lados
*
no recordaba que esa casa hubiera tenido balcón, pero cada vez que pasaba por la calle frente a la casa lo veía, y lo increíble era que habiendo vivido allí en su juventud, no podía recordar haber salido a ese balcón ni siquiera una sola vez
*
aprovechando el desagrado y la desconfianza que hay en Argentina hacia los bancos, una empresa que se dedica al servicio internacional de envío y recepción de dinero hace publicidad en la vía pública en unos carteles que dicen:
envíe dinero sin pasar por los bancos
*
una revista ofrecía en su tapa tres métodos budistas para lograr seguridad emocional;
un budista leía eso divertido, y las palabras "método", "lograr" y "seguridad" no le comunicaban al parecer, nada especialmente serio
*
donde en Buenos Aires digan viví cómodo, en Madrid deberían entender vive cómodo. Esto se dice como simple introducción para lo que viene a continuación;
en una pared de Buenos Aires, firmado con una inconfundible A rodeada de un círculo que identifica a los anarquistas, decía:
viví cómodo. viví muerto
