3.2.2020.14

el espectáculo de una sola amapola (…) me hacía palpitar el corazón, como al viajero que divisa en una hondonada una primera barca varada (…) y, aun antes de haberlo visto, exclama: «¡El mar!».
Proust; En busca del tiempo perdido 1 /Traducción Manzano