viernes 8 de noviembre de 2002

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nos dejan extrañas sensaciones; las heladeras vacías y funcionando, el agua corriendo sin que haya nadie allí que la tome, las luces de alumbrado encendidas inútilmente en pleno día, las casas vacías con el televisor encendido adentro, las casas vacías, las ropas que quedan sin usar luego de que la persona se ha ido para no volver
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debido al desorden que dejan a su paso quienes revisan la basura, es que algunos vecinos ponen las bolsas en donde estacionan y circulan los automóviles, para que no quede todo desparramado en la vereda a la mañana siguiente, o dejan las bolsas delante de alguna casa que esté deshabitada
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es muy diferente hacer una intensa práctica física por mera desesperación, porque no se sabe qué hacer, que hacerla porque se está tranquilo, y desarrollando una línea de experimentación distinta sobre cosas conocidas;
la misma persona es la que hace las mismas cosas, que no son las mismas, porque el espíritu es muy distinto, y la acción también;
entonces, la persona, también es distina, porque está en otro momento, y hay un momento para hacer cada cosa, aunque sea la misma cosa
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los gestos sustitutivos son reacciones instintivas que motivan ademanes o acciones maquinales cuando el sujeto quisiera hacer algo, y no puede o eso no salió o salió mal, como cuando se nos va el tren en las narices y nos pasamos la mano por el pelo, o nos rascamos la cabeza;
por esas cosas de la vida, de golpe pudiera ser que abunde la energía para encarar proyectos, y que eso ocurra en algún momento donde las condiciones no resultan apropiadas;
entonces hacemos otra cosa con esa energía disponible, en lo posible algo que nos dé gusto, algo por completo distinto de darnos con la cabeza contra las paredes o clamar en contra de las circunstancias, que no oyen los clamores