lunes 25 de diciembre de 2006

*
quizás alguien haya oído acerca de la referencia que en el Antiguo Testamento (La Biblia) se hace respecto de la Torre de Babel; episodio que, expresado muy suscintamente, dio origen a la llamada confusión de las lenguas, o dicho de otro modo, fue cuando Dios hizo distintas lenguas de una sola preexistente que compartían quienes participaban en la construcción, para castigar su osadía e impedir por ese medio su inaudita y por lo visto sacrílega pretensión de erigir una construcción tan pero tan alta que llegara al mismo cielo,
ahora bien; o fue que Dios se aburrió del asunto con el tiempo, o que ya no lo consideró tan malo como entonces, o bien se podría pensar que como quien juega con niños, se limitó a ir poniendo el cielo cada vez más alto