jueves 28 de diciembre de 2006

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las advertencias del destino son extemporáneas cuando se necesita ver para creer, aunque ocurre a menudo que no se pueda creer ni siquiera viendo
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es difícil creer en lo que no se ve, y también es difícil creer en lo que se ve, pero eso ocurre porque es difícil creer, y porque creer resulta tan caro como no creer