jueves 28 de noviembre de 2002

*
un hombre y una mujer entraron juntos en el bar y antes de sentarse, el hombre estudió escupulosamente la silla y le pasó la mano para limpiarla, en un gesto que pareció ridículo para una silla absolutamente limpia;
cuando uno se quedaba pensando en lo mal que debía sentirse esa señora por tener que estar allí viendo eso, la señora estudió escupulosamente su silla y le pasó la mano para limpiarla antes de sentarse, en un gesto que pareció ridículo para una silla absolutamente limpia
*
se escriben cosas en las paredes de las calles de esta ciudad, y muchas de ellas son comentarios alegres, tristes, airados, esperanzados, doloridos y de infinidad de matices sobre el tema del amor;
expresan tal vez en cierto modo lo que uno ha podido pensar, sentir o decir alguna vez, de una manera o de otra, porque nadie, en el fondo y en ese tema, puede pasar por original;
porque son situaciones por las que se está pasando todo el tiempo tanto si uno tiene suerte, como si no la tiene
*
de vez en cuando, se ven mensajes que son directos, como alguien que puso el nombre del destinatario y firmó con su propio nombre;
el texto le pedía a la persona que le prestase atención, y lo hacía en la forma coloquial que se usa por aquí:
dame bola
*
y también apareció escrito este mensaje:
para Leo:
el dolor es un ensayo de la muerte
*
esas paredes, cuando expresan dolor, son crónicas de amores a destiempo
*
hacía un par de años había arreglado el borde inferior de su ropa de práctica de artes marciales usando un hilo azul, que tendió a salirse con el uso;
de pronto durante la práctica vio trozos de ese hilo azul desparramados aquí y allá, muy notables bajo el sol, sobre la superficie blanca del piso;
sintió como si esa práctica le fuera dejando caer hilachas de sí mismo;
y entonces tuvo el sentimiento de que esa escena estaba expresando sin ningún dramatismo, su tendencia a desaparecer