lunes 25 de noviembre de 2002

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estaban tres empleados del bar, reunidos detrás de la barra, estudiando muy concienzudamente un billete para saber si era dinero falso o no;
y el cliente pensó que la cerveza roja argentina que vendían allí era verdadera, y muy buena, y que bien merecería que se la pagara con dinero verdadero
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llovía tan suave y agradablemente sobre la gente, que por un segundo deseó que lloviese así para siempre
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lo que es la ignorancia; viendo por primera vez cine alemán de 1920, aparecían en la pantalla en muchas escenas los personajes principales de los ojos para abajo, o de la nariz para abajo;
a esa persona del público le llamó la atención lo revolucionario para la época, del encuadre de la cámara que utilizaba el director, y disfrutó la película;
cuando terminó la proyección, el responsable de la sala pidió disculpas porque al proyectar habían salido todas las cabezas cortadas;
con lo que el error y la falla dejaron de ser consideradas para siempre virtudes vanguardistas de ese director de cine
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lo que es la ignorancia; ella dijo que iba a ver esa película para practicar su alemán;
y él quiso hacerse el gracioso, y le señaló que se había equivocado completamente, porque ésa era una película muda;
pero ella ganó diciendo: pero leo los carteles;
y la película tenía carteles en alemán
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tiene dos gatos adentro de la casa, son siameses, y ella teme que puedan serle robados en caso de salir al patio;
y tiene un gato afuera, en el patio, que es un gato callejero, que vino lastimado y se curó allí; y ese gato haría un desastre dentro de la casa y con los otros dos gatos, a los que se comería con toda facilidad;
gatos de adentro que nunca saldrán y gato de afuera que nunca entrará
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conocemos mundos que nos resultan impenetrables, a pesar de estar allí mismo, frente a nuestros ojos; gente de adentro que nunca saldrá, y gente de afuera que nunca entrará
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había un personaje de historietas hace muchísimos años; y el título decía;: Periquita hace lo que puede;

nosotros hacemos eso, lo que podemos, ni un milímetro más que lo que podemos