17.10.2020.3

Hablando de Londres, dijo: «Señor, si usted desea tener una idea justa de la magnitud de esta ciudad, no debe contentarse con ver sus grandes calles y plazas, sino que debe recorrer las innumerables callejuelas y rincones. No es en las notorias evoluciones de los edificios, sino en la multiplicidad de viviendas humanas que se hallan aglomeradas, donde reside la maravillosa inmensidad de Londres. Con frecuencia me he entretenido pensando en el lugar tan diverso que es Londres para las diferentes personas. Aquellos cuyas estrechas mentes se limitan a la consideración de un fin particular lo ven sólo a través de esa lente. Un político lo considera meramente como la sede del Gobierno en sus diferentes departamentos; un ganadero, como un inmenso mercado para el ganado; un comerciante, como un lugar donde se realizan una prodigiosa cantidad de operaciones mercantiles; un aficionado al teatro, como el centro de las grandes representaciones teatrales; un hombre de placer, como un conjunto de tabernas y el gran emporio de las damas de virtud acomodaticia. Pero el intelectual se queda anonadado ante él como un conjunto de la totalidad de la vida humana en toda su variedad, cuya contemplación es inagotable».
La vida del doctor Johnson; James Boswell /Sel. y trad. A. Dorta /Ed. Austral