domingo 22 de diciembre de 2002

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Los personajes de Las alas del deseo, una película de Wim Wenders, piensan en estas cosas:

cuando el niño era niño, no sabía que era niño…
y no tenía opinión sobre nada,…
no tenía ninguna costumbre,…
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.

… Mis héroes ya no son los guerreros y los reyes,
sino las cosas de la paz, tan iguales entre si.
Pero nadie ha logrado aún cantar una epopeya de la paz.
¿Qué le ocurre a la paz, que no puede seguir fascinando mucho tiempo, que no se deja narrar apenas por nadie?
¿Debo renunciar ahora? si renuncio, entonces la humanidad perderá a su narrador.
Y si alguna vez la humanidad pierde a su narrador, al mismo tiempo habrá perdido su infancia.