3.7.2021

Nada que temer; Julian Barnes; Traducción: Jaime Zulaika Goicoechea

Mi hermano expresó por primera vez su desconfianza de esta facultad cuando le pregunté por la comida que comíamos en casa. Después de confirmar que gachas, beicon y demás, prosiguió:
Al menos yo recuerdo así las cosas. Pero seguro que tú las recuerdas de una forma distinta, y yo aprecio mucho la memoria como una guía al pasado. Conocí a mi colega y camarada Jacques Brunschwig en 1977. Fue en una conferencia en Chantilly. Me equivoqué de parada y me apeé del tren en Créteil, y allí cogí un taxi (carísimo) y llegué tarde al lugar de la conferencia, donde Jacques me recibió. Todo esto lo tengo fresquísimo en la memoria. En una entrevista publicada en su Festschrifi[4], Jacques habla un poco de algunos amigos suyos. Describe cómo me conoció, en 1977, en una conferencia en Chantilly: me recibió en la estación y me reconoció cuando me apeé del tren. Todo esto está fresquísimo en su memoria.

Festschrifi[4]
[4] Recopilación de textos de sabios y especialistas escritos en homenaje de algún académico o científico eminente cuando se jubila o con motivo de su cumpleaños (N. del T.) <<

Nada que temer; Julian Barnes; Traducción: Jaime Zulaika Goicoechea