sábado 18 de enero de 2003

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estuvo muy pesado ese médico que en el vestuario después de la práctica de artes marciales dijo esa frase;
fue cuando uno dijo que al ponerse el pantalón a la mañana, le había corrido una cucaracha, y por suerte había sido por el lado de afuera del pantalón;
pero el otro, ironizando impiadosamente con la humana condición, acotó:
lo normal es que la cucaracha esté del lado de adentro de los pantalones
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el dragón, los Rollings Stones, las piletas de natación;
todo eso pasó por la cabeza de uno de los que estaban en esa casa, desde donde se veía la pileta de natación allá abajo, desde el tercer piso, y todo el mundo decía lo mismo;
con nada de originalidad, cada persona que salía a ese balcón decía que podía ser como Charly García;
quién es Charly García, bueno, es como los Rolling Stones, así como la iguana hace recordar al dragón;
quedó asociado para siempre por lo menos en la Argentina este hombre, Charly García, a las alturas y a las piletas de natación, que así se les dice por aquí a las piscinas, desde que se tiró desde un séptimo piso de un hotel a una, y salió lo más campante;
los Rolling Stones tienen que ver tangencialmente, y sólo porque Charly García presenta esa imagen, aproximadamente, la de un músico de rock que hace a los cincuenta años las mismas cosas o peores que las que hacía a los veinte, y ya se sabe, no hay cuerpo que aguante, ni a los veinte, ni mucho menos a los cincuenta