(…) me mudé a Pontevedra. Pero sería un engaño. La realidad es que (…) no hay devoción mayor para peregrinar a otra ciudad que una oferta de empleo cuando estás en el paro.
(…)
Y a mí ahora me gusta ser paisaje, no necesito entender nada más.
(…) me mudé a Pontevedra. Pero sería un engaño. La realidad es que (…) no hay devoción mayor para peregrinar a otra ciudad que una oferta de empleo cuando estás en el paro.
(…)
Y a mí ahora me gusta ser paisaje, no necesito entender nada más.