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en medio de una reunión familiar, esa señora dijo que cada día era más feliz;
su esposo no dijo lo mismo, y tampoco dijeron eso los demás que estaban allí escuchando;
así, pareció que la felicidad de esa persona era una cosa de ella misma, y no una realidad común de su entorno;
sucede que cuando alguien se expresa de esa manera, tan categóricamente en público, puede estar diciendo lo que siente, pero también puede estar diciendo meramente lo que cree que debe decirse;
y tal vez sea una persona que ha aprendido a ser cada día más feliz, pero quizás no aprendió todavía a callarse mientras está a tiempo
