viernes 31 de enero de 2003

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tardó en decidirse a decirle, de tan extraño que le parecía el sentimiento que quería expresar;
finalmente le dijo que aunque pudiera sonar raro, sentía entusiasmo infinito y cansancio infinito;
y la otra persona lo sorprendió contestando de inmediato:
yo también
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por eso del entusiasmo infinito, siempre hay cosas para hacer;
cosas de las que no se hicieron todavía, y de las que se hacen siempre, repetidamente y con distinta claridad
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lo del cansancio infinito sería, por ejemplo, no querer ni saber acerca de haber vivido o de presentarse a vivir otra vida, con tantos trabajos que implica eso de vivir cualquier vida que sea, cualquier modelo de vida que le toque a uno, o que uno se sepa o se pueda conseguir