martes 3 de septiembre de 2002

*

Septiembre o setiembre. No tendría mayor importancia en el fondo, si es que no vamos a confundirnos con abril o con octubre, o con un vaso de vodka o de cerveza.

*

Pero se puede poner septiembre, sin ningún problema, si uno advierte que hay gente que se siente mal o se irrita porque haya alguien que ponga (perdón, es un ejemplo) setiembre. El asunto va a ser cuando alguien se moleste por el uso de la palabra septiembre.

*

Ese hombre se maravillaba por haber comprendido algo sin ayuda de un psicoanalista, aunque le faltaba comprender por qué ocurría eso que ocurría, que ya no le preocupaba tanto.

Había sufrido dos divorcios en su vida, y las dos veces, al salir de cada una de esas casas, fue reemplazado con una perra.

*

Cuando veía las flores de plástico en esa biblioteca pública, pensaba en que les habrá faltado el impulso para poner libros de plástico.

Y lectores de plástico.

Pero los empleados, en cualquier caso, seguirían siendo como los de ahora, que a veces parecen verdaderos y a veces no tanto.

*

Sospechar más a menudo de las propias convicciones y sospechar menos a menudo de las convicciones ajenas nos quitaría alguna seguridad, ciertamente.

Pero ésa bien podría ser de la clase de seguridad que hace que la gente se decida por apretar el gatillo.