(1797) Montlosier, (…) demostraba que (…) las venas azulean después de la muerte, (…) para evaporarse y regresar al cielo azul: como a mí me gusta mucho el azul, estaba encantadísimo con ello.
me gusta su personalidad heteróclita.
Memorias
Chateaubriand
Trad. Monreal