4.11.2022

Dieppe 1836 (…) No basta con decir a los sueños, a los amores: «¡Renaced!» para que renazcan; no se puede abrir la región de las sombras más que con la rama de oro, y para cogerla hace falta una mano joven.

 

Memorias de ultratumba 1848
Chateaubriand
Traducción Monreal