Sueña Vila-Matas (…) y se adentra, imperturbable y sonriente, hacia el corazón de la niebla, (…) una metáfora no sólo de la literatura, sino de la vida misma.
Esta bruma insensata, de Enrique Vila-Matas
La Repubblica, por Stefania Parmeggiani.
Sueña Vila-Matas (…) y se adentra, imperturbable y sonriente, hacia el corazón de la niebla, (…) una metáfora no sólo de la literatura, sino de la vida misma.
Esta bruma insensata, de Enrique Vila-Matas
La Repubblica, por Stefania Parmeggiani.