(…) A medida que la superficie del primer azulejo fue quedando libre de fango, aparecieron centímetro a centímetro, pequeñas zonas de lustre rojo rubí, resplandecientes como el corazón de una piedra preciosa; (…)
A la deriva; Penelope Fitzgerald
(…) A medida que la superficie del primer azulejo fue quedando libre de fango, aparecieron centímetro a centímetro, pequeñas zonas de lustre rojo rubí, resplandecientes como el corazón de una piedra preciosa; (…)
A la deriva; Penelope Fitzgerald