lunes 31 de mayo de 2010

*
cuanto más frecuentemente una persona haga lo que la hace feliz, aunque no se la mire con buenos ojos por hacerlo; es mayor la posibilidad estadística de que le toque morir en el momento en que se esté ocupando de hacer lo que más le gusta hacer; eso, suponiendo que la muerte sea inevitable, y si no lo fuera, tampoco hay mayor problema en verlo de esa manera