martes 29 de enero de 2002

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Cada tanto quisiera incluir una nota simpática. Esta vez pudiera ser que lo haya logrado, al tiempo que hago un poco de justicia con el célebre Platón, de quien nunca hasta ahora he incluido ninguna cita, no porque no sea un filósofo respetable, sino porque éste, diciéndolo claramente, para abreviar, no es un sitio respetable (ni quisiera serlo).
Pero Platón devino simpático, y hasta diría gracioso con el correr de los siglos, y si a uno no le constaran su mortal seriedad, y su absoluta falta de sentido del humor, podría decirse que dijo esto que sigue, irónicamente, y yo creo que no, creo verdaderamente que lo dijo en serio, lo que me parece que le da mucha gracia.
Pues dijo Platón:
Serán ellos –los gobernantes- los únicos ciudadanos a quienes no esté permitido manejar ni tocar el oro ni la plata, ni entrar bajo el techo que cubra estos metales, ni llevarlos sobre sí, ni beber en recipientes fabricados con ellos.
República III, 417.a . Citado por Carlos García Gual en su traducción de obras de Epicuro. Sobre la felicidad. Editorial Debate.