domingo 6 de abril de 2003

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cada vez que salía una actualización del sistema operativo de su computadora, y eso ocurría bastante seguido, en lugar de actualizar, formateaba los discos duros y comenzaba de nuevo;
ni siquiera se lo pensaba, o quizás sí, quizás se lo había pensado un poco las primeras docientas o trecientas veces, pero después ya no;
de esa manera, nunca tuvo que lamentar una cosa tan frecuente como la pérdida accidental de todos sus datos