(…) y Paredes a cada rato lo interrumpía para decirme, sotto voce: «¡El hombre es de Cañuelas!», con un tono aterrado. Y esto habrá durado quizá tres cuartos de hora, o una hora. Y luego el viejo nos pidió disculpas (…)
Jorge Luis Borges
31.10.2005
https://letraslibres.com/revista-espana/la-poesia-y-el-arrabal/