sábado 10 de mayo de 2003

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si Ud le alaba al carnicero su habilidad con el cuchillo, puede ser que le cuente de un tirón varias cosas muy interesantes, aclarando que el verdadero maestro con el cuchillo es su padre;
dirá que entre el cirujano y el carnicero no hay ninguna diferencia, sólo que uno se orientó hacia la gente y el otro hacia los animales;
también le dirá que él está perfectamente preparado para descuartizar a una persona en minutos, con los cortes más precisos, asegurando con una sonrisa que no lo hará;
y de su padre ya mayor, un hombre de expresión sumamente bondadosa que puso en la pared una condecoración que se ganó a principios del siglo pasado por haber prestado servicios en el ejército italiano en la campaña de Africa, dirá que todo lo cuidadoso, delicado y preciso que tiene cuando corta, lo tiene de distraído y de peligroso cuando se mueve, y por eso es que la gente le teme, ya que su propia esposa y alguna clienta se han llevado cortes leves casuales, solamente por estar cerca