lunes 26 de mayo de 2003

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en la primera reunión que se hizo para tratar ese negocio, el dueño de casa, dando por seguro el acuerdo general, hizo destapar un champagne y brindaron;
nadie suponía que eso fuera tan fácil, porque era toda gente experimentada en largas negociaciones, y no hizo falta esperar tanto para ver la desaparición del emprendimiento;
no se ha inventado todavía el rito con el que se marca el fracaso de los sueños, de las tratativas; será porque esas cosas usualmente no se festejan, aunque esos fracasos sean para bien