domingo 1 de junio de 2003

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Tomado del libro Aion, de C. J. Jung, editorial Paidós.
"La ekhenais es un pececito de medio pie de largo; tomó su nombre de que retiene las naves adhiriéndose: aunque se precipiten los vientos y hagan estragos las tormentas, la nave empero parece haber echado raíces en el mar y no puede moverse… Los latinos le llaman (ré)mora". Du Cange, Glossarium, s.v. echenais; citado de un bestiario
manuscrito. Este pasaje proviene literalmente del Liber etymologiarum (XII, VI) de san Isidoro de Sevilla…
…la rémora, tan "pequeña de figura" y tan "grande en fuerza", obliga a inmovilizarse a las orgullosas fragatas del mar: así Plinio, tan divertido como interesante, cuenta la aventura ocurrida "en nuestro tiempo" a los quinquerremes del César Calígula.
El pececito, que sólo medía medio pie, se había adherido al timón, cuando el César volvía de Estura a Encio, deteniendo así la nave. Cuando Calígula retornó de ese viaje a Roma fue asesinado allí por sus soldados. La rémora se había mostrado, pues, como un presagio, según destaca Plinio. Una trastada semejante hizo el pez a Marco Antonio antes de la batalla naval contra Augusto, donde el primero sucumbió.
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Aion, C. G. Jung, editorial Paidós